26 Al cuarto día se reunieron en el valle de Beraká, y allí bendijeron a
Yahveh; por eso se llama aquel lugar valle de Beraká hasta el día de hoy.
27 Después todos los hombres de Judá y de Jerusalén, con Josafat al
frente, regresaron con júbilo a Jerusalén, porque Yahveh les había colmado
de gozo a costa de sus enemigos.
28 Entraron en Jerusalén, en la Casa de Yahveh, con salterios, cítaras
y trompetas.
29 El terror de Dios cayó sobre todos los reinos de los países cuando
supieron que Yahveh había peleado contra los enemigos de Israel.
30 El reinado de Josafat fue tranquilo, y su Dios le dio paz por todos
lados.